El mole de caderas es uno de los platillos más emblemáticos y esperados del calendario culinario en Huajuapan y toda la Mixteca. Más que una comida, es un ritual anual que honra el ciclo del campo, el ganado y la comunidad. Nacido de las tradiciones ganaderas de la región, este platillo se prepara con chivo criado de manera especial, alimentado con sal y pastura silvestre para concentrar sabores únicos en su carne y huesos. Cuando llega la temporada, entre octubre y noviembre, las cocinas se llenan de aromas profundos: chile costeño, tomate criollo, ajo y cebolla, pepicha, huaje,se mezclan para formar un mole vibrante, rojizo y potente. En él se cocinan las caderas y espinazo del chivo, piezas cargadas de sabor e historia, que al hervir liberan esa intensidad ahumada y salada que da identidad al platillo. El mole de caderas no es de todos los días. Se sirve con solemnidad, acompañado de tortillas recién hechas y, muchas veces, con mezcal. Es una celebración de la vida y del sacrificio, de la tierra y de sus frutos. Cada cucharada lleva el peso de una tradición viva que resiste con orgullo y sabor. |