La barbacoa de Huajuapan es mucho más que un platillo: es una celebración de la tierra, del fuego lento y del saber ancestral que se transmite de generación en generación. Cocida tradicionalmente en horno de tierra, la carne —tierna, jugosa y con un sabor profundo— se acompaña de uno de sus complementos más emblemáticos y deliciosos: el yique. El yique es una mezcla sencilla pero poderosa de maíz martajado, hoja de aguacate, chile pulla o costeño y un toque de sal. Lo que lo hace especial es que se cocina con la grasa misma que suelta la barbacoa durante su cocción, impregnándose de su sabor y aroma. El resultado es una especie de masa graneada, cálida y fragante, que armoniza a la perfección con cada bocado de barbacoa. Juntos, barbacoa y yique forman un dúo inseparable en la mesa mixteca, un reflejo del ingenio culinario y del profundo respeto por los ingredientes locales. Sabores que reconfortan, que cuentan historias, y que hacen del acto de comer una verdadera experiencia cultural.
